Iglesia de los Santos Cornelio y Cipriano (Revilla de Santullán - Palencia).
Se presenta la portada ligeramente adelantada respecto al muro, quedando protegida antes de la erección del pórtico mediante un pequeño tejaroz sostenido por canecillos. Consta de un vano apuntado a partir del cual se suceden seis arquivoltas molduradas con boceles, medias cañas y fórmulas zigzagueantes; siendo la más interesante la segunda, en la cual, a lo largo de su rosca y en posición radial, fue representada una Última Cena en la que Cristo aparece en la dovela clave flanqueado a cada uno de sus lados por seis apóstoles individualizados bajo arquillos sobre columnas entorchadas y enjutas arquitectónicas.
En cada uno de los extremos de la mencionada arquivolta aparecen, bajo arcos rebajados de mayor amplitud que el resto, dos curiosas figuras: a la izquierda, un personaje de larga melena leyendo un libro que ha venido siendo identificado como un profeta.
A lo largo de su rosca y en posición radial, fue representada una Última Cena en la que Cristo aparece en la dovela clave flanqueado a cada uno de sus lados por seis apóstoles individualizados bajo arquillos sobre columnas entorchadas y enjutas arquitectónicas.
Algo que me sorprendió fue que solo dos personajes tienen un nombre tallado en el arco que rodea las cabezas, uno es el maestro escultor Michaelis y el otro que se ve aquí que pone BARTOLOME,
En cada uno de los extremos de la mencionada arquivolta aparecen, bajo arcos rebajados de mayor amplitud que el resto, dos curiosas figuras y a la derecha, el que ha sido reconocido como artífice de la obra ya que, además de representarse a sí mismo tallando inspirándose en lo que parece ser un libro de modelos, aparece sobre él una inscripción en la que puede leerse "Michaelis me fecit".
A la izquierda del vano de ingreso según el punto de vista del espectador, la enorme calidad de los capiteles que rematan las columnas de la portada son reconocibles del exterior al interior las siguientes escenas: grifos dentro de un entramado vegetal, Sansón enfrentándose al león, un sagitario y varios seres fantásticos como dragones y arpías encapuchadas.
A la derecha del vano de ingreso según el punto de vista del espectador, la enorme calidad de los capiteles que rematan las columnas de la portada son reconocibles del exterior al interior.
Esta escena corresponde a un programa iconográfico de una bellísima interpretación de la "Visitatio Sepulchri" en el capitel más interno.
Se conserva igualmente una interesante colección de
canecillos dispuestos a lo largo de las cornisas de la nave, del ábside y del
tejaroz que cobijaba la portada antes de la erección del pórtico renacentista.
En ellos, son reconocibles además de las recurrentes composiciones geométricas,
distintos personajes como músicos, guerreros, danzantes, figuras femeninas
ataviadas a la manera de la época -alguna embarazada-, mascarones, monstruos,
etcétera.
Alguna mujer embarazada o en el momento de la gestación...
Y algún que otro canecillo erótico...
Otros detalles exteriores, entre ellos abundantes marcas de cantería...
Fotografías e información de Mimi Cosgaya.