jueves, 28 de mayo de 2015

Iglesia de los Santos Cornelio y Cipriano (Revilla de Santullán - Palencia).


Iglesia de los Santos Cornelio y Cipriano (Revilla de Santullán - Palencia).


Se presenta la portada ligeramente adelantada respecto al muro, quedando protegida antes de la erección del pórtico mediante un pequeño tejaroz sostenido por canecillos. Consta de un vano apuntado a partir del cual se suceden seis arquivoltas molduradas con boceles, medias cañas y fórmulas zigzagueantes; siendo la más interesante la segunda, en la cual, a lo largo de su rosca y en posición radial, fue representada una Última Cena en la que Cristo aparece en la dovela clave flanqueado a cada uno de sus lados por seis apóstoles individualizados bajo arquillos sobre columnas entorchadas y enjutas arquitectónicas.


En cada uno de los extremos de la mencionada arquivolta aparecen, bajo arcos rebajados de mayor amplitud que el resto, dos curiosas figuras: a la izquierda, un personaje de larga melena leyendo un libro que ha venido siendo identificado como un profeta.


A lo largo de su rosca y en posición radial, fue representada una Última Cena en la que Cristo aparece en la dovela clave flanqueado a cada uno de sus lados por seis apóstoles individualizados bajo arquillos sobre columnas entorchadas y enjutas arquitectónicas.


Algo que me sorprendió fue que solo dos personajes tienen un nombre tallado en el arco que rodea las cabezas, uno es el maestro escultor Michaelis y el otro que se ve aquí que pone BARTOLOME,


En cada uno de los extremos de la mencionada arquivolta aparecen, bajo arcos rebajados de mayor amplitud que el resto, dos curiosas figuras y a la derecha, el que ha sido reconocido como artífice de la obra ya que, además de representarse a sí mismo tallando inspirándose en lo que parece ser un libro de modelos, aparece sobre él una inscripción en la que puede leerse "Michaelis me fecit".


A la izquierda del vano de ingreso según el punto de vista del espectador, la enorme calidad de los capiteles que rematan las columnas de la portada son reconocibles del exterior al interior las siguientes escenas: grifos dentro de un entramado vegetal, Sansón enfrentándose al león, un sagitario y varios seres fantásticos como dragones y arpías encapuchadas.



A la derecha del vano de ingreso según el punto de vista del espectador, la enorme calidad de los capiteles que rematan las columnas de la portada son reconocibles del exterior al interior.







Esta escena corresponde a  un programa iconográfico de una bellísima interpretación de la "Visitatio Sepulchri" en el capitel más interno.



Se conserva igualmente una interesante colección de canecillos dispuestos a lo largo de las cornisas de la nave, del ábside y del tejaroz que cobijaba la portada antes de la erección del pórtico renacentista. En ellos, son reconocibles además de las recurrentes composiciones geométricas, distintos personajes como músicos, guerreros, danzantes, figuras femeninas ataviadas a la manera de la época -alguna embarazada-, mascarones, monstruos, etcétera.




Alguna mujer embarazada o en el momento de la gestación...



Y algún que otro canecillo erótico...


Otros detalles exteriores, entre ellos abundantes marcas de cantería...









Fotografías e información de Mimi Cosgaya.


miércoles, 20 de mayo de 2015

Santa María de Iguacel (Larrosa – Huesca).


Una pista forestal en aceptables condiciones nos introduce a través del valle hasta su cabecera, donde se halla la iglesia.
El lugar es mágico. La pradera verde en la que asienta el templo, el pinar, los montes, el río... Lo importante es el árbol. Con todo lo que significa de puente entre lo telúrico y lo celestial. Nexo de unión entre tierra y cielo… Árbol y agua. Doble teofanía que reviste de magia el lugar.


Antes que monasterio hubo árbol, y quizá, como opinan muchos, un centro de fuerte energía. No es casual el emplazamiento de los monasterios en lugares tan bellos y en los que sin saber por qué, es frecuente que contemplándolos te recorra un escalofrío, por más que nuestra inteligencia trate de desterrar ideas esotéricas.


La fábrica primitiva se componía de una nave de gran altura, con tejado de madera, acabada en ábside semicircular con tres ventanales de arco de medio punto. Tres puertas facilitaban el acceso al interior del templo: Una a poniente, y otra en cada uno de los otros dos muros. Su decoración era escueta. Apenas unas pilastras en el ábside, a modo de lesenas -dos mediales y dos marginales- hasta la cornisa, y una original moldura escalonada en el muro sur enmarcando sus ventanales.



La portada principal se sitúa a los pies del templo: Resalta en un cuerpo prismático avanzado, prolongado en el piso superior por dos bandas que, como contrafuertes, enmarcan una ventana con arco de medio punto, que apoya en dos columnas con capiteles tallados. Bajo un tejaroz de canecillos figurados, abre la puerta principal, formada por cinco arcos de medio punto en degradación que apoyan en capiteles tallados. La arquivolta exterior presenta el típico ajedrezado de estilo jaqués.




La ermita está construida en sillarejo en hiladas regulares de pequeño y mediano tamaño unidas por mortero. La sillería se hace más regular en la portada occidental y en el ábside, por tratarse de los dos espacios más importantes del templo. En los arcos se ha recurrido a la piedra toba, que resulta un material de gran ligereza y facilidad de trabajo.


Hacia 1072, siguiendo los gustos de la corte jaquesa, se sometió a la iglesia a una remodelación, consistente en sustituir su puerta oeste por un pórtico jaqués (Imagen 6) con tejaroz sostenido por canecillos y una importante inscripción bajo ellos que data la iglesia y a sus artífices. Se añadieron pares de columnas rematadas en capiteles en todas las ventanas; y el interior del ábside se decoró con arquería ciega de cinco elementos, que dejó sin función a los ventanales originales.












La alusión a una fecha concreta de construcción (1110), a los condes fundadores y al rey titular de Aragón, Sancho Ramírez, hacen de Santa María de Iguácel uno de los escasos edificios fechados y firmados del románico en España.


















Torsos de personas sobre un fondo ondulado que se interpretan como agua o como fuego. En el interior del templo se haya otro similar.












La importantísima inscripción de la ermita se sitúa bajo el tejaroz de la portada y está distribuida en dos líneas.
En uno de los canecillos se representa una pierna,  probablemente de algún cantero que la perdiese durante su construcción.






El texto, según D. Antonio Durán Gudiol, reza:
Esta es la puerta del señor por donde entran los fieles en la casa del señor, que es la iglesia fundada en honor de Santa María. En ella se han hecho obras por mandato de Sancho conde junto a su esposa de nombre Urraca. Ha sido terminada en la era de 1110 (año de 1072), reinando el rey Sancho Ramírez en Aragón, el cual ofreció por su alma en honor de Santa María la villa llamada Larrosa para que le dé el Señor la vida eterna, amén. El lapidario de estas letras se llama Aznar. El maestro de estas pinturas se llama Galindo Garcés.




La iglesia consta de nave única rectangular que se prolonga hacia la cabecera en un corto presbiterio, y un ábside semicircular, canónicamente orientado al este. Los tres espacios cubren con: techumbre de madera a doble vertiente, bóveda de cañón y cuarto de esfera, respectivamente.

La restauración llevada a cabo por la Asociación Sancho Ramírez de Jaca entre 1976 y 1982, puso de manifiesto importantes pinturas murales en el ábside, datables en el S. XV.



El altísimo ábside, está articulado interiormente en tres pisos, por medio de sendas impostas corridas. Los tres registros del ábside están ornados con pinturas góticas de finales del siglo XV. Este conjunto pictórico está considerado por la especialista M ª del Carmen Lacarra como el ejemplo más destacado de pintura mural gótica de esta zona del Alto Aragón. Las pinturas se articulan en tres registros horizontales en los que las escenas se superponen y enlazan imitando la mazonería de los retablos.






Parece un león....



Fotografía de Maribel Nogueiras e información del profesor A. García Omedes…http://www.romanicoaragones.com/0-Jacetania/48-Iguacel.htm