miércoles, 26 de noviembre de 2014

Volúbilis (Marruecos): Industria romana del aceite.

ALMAZARA: RECONSTRUCCIÓN.


Marruecos tiene una de las más ricas historias y culturas del mundo, influenciado durante siglos por diversos pueblos. Entre ellos, los romanos, que extendieron su imperio a África.
La evidencia del África romana está ubicada en las estribaciones de las montañas del Rif. Allí, los turistas pueden dar un paso atrás en el tiempo en las ruinas de dos mil años de Volubilis. Una vez fue una próspera ciudad romana, esta zona arqueológica evoca un fuerte sentir de los días en que el Imperio Romano tenía el control de esta parte de África.
En el siglo I d. C, los romanos construyeron Volubilis. Se estima que la población de Volubilis alcanzó los 20.000 habitantes. Aunque los romanos habían perdido el control de la zona en el siglo III, no abandonaron inmediatamente la ciudad. Su influencia latina se hizo evidente durante varios cientos de años más, hasta que los árabes obtuvieron el control de la región en el siglo VII.
Volubilis siguió siendo una ciudad activa y habitada hasta el siglo XVIII. A pesar de que sus estructuras sufrieron daños en un terremoto de 1700 y algunos de sus mármoles fueron utilizados para la construcción en Meknes, Volúbilis son las ruinas romanas mejor conservadas de todo Marruecos.



La protección y expansión de la agricultura en los dominios de Roma fue un factor de gran importancia en la prosperidad de África. Se llevó a cabo no sólo en los "limes" de la provincia o zonas fronterizas, sino que también se produjo en zonas del interior habitadas por tribus. Los cultivos típicos solían ser cereales (en el siglo I, África suministraba a Roma dos tercios de su consumo, aunque en ello la Mauritania Tingitana aportaba bastante menos que Numidia y la Proconsular), vid y olivo, cultivo este último que comenzó a sustituir en ciertas zonas al de cereales dando lugar a un sistema mixto, cambio que se debió en buena parte a la "lex Manciana". Pero en el año 25 a.C. Octavio Augusto juzgó inoportuno anexionar territorios insuficientemente romanizados y prefirió confiarlos a príncipes fieles. Así nombró rey de Mauritania a un bereber, Juba II, hijo de Juba I de Numidia. El reinado de Juba II fue largo (25 a.C. - 33 d.C.) y próspero. Contemporáneo de la "Pax Augustea", la civilizacion mauritana conoció gran brillantez, fusionando la influencia púnica con la romana, que comenzó a penetrar entonces. Juba II fue protector de las artes y la cultura; con él la economía de este pequeño reino (sólo cubría el norte del actual país) alcanzó su máximo desarrollo. Era muy importante la exportación de la púrpura y del garum, así como de marfil y fieras para
los juegos (leones, leopardos, elefantes...). Tenían mucho desarrollo los cereales y la vid. Las monedas son abundantes en las excavaciones arqueológicas. También la arqueología demuestra que fue una civilización urbana brillante: se han hallado restos prerromanos en Sala, Banasa, Tamuda, Lixus, pero sobre todo en Volúbilis, residencia real en Marruecos (la capital estaba en Iol, la actual Cherchell, en Argelia).
En las zonas de Tánger, Banassa y, sobre todo, en Volúbilis, se han hallado numerosas prensas de aceite que se contabilizan en un centenar, y que viene a demostrar que dicha producción excedía las necesidades de su población, siendo, por tanto, destinada a la exportación.



Mauritania Tinginata cosechaba grandes cantidades de aceite, de aquí la abundancia de prensas de aceituna en todo su territorio. Éstas trabajan desde el S. III a.c al S. III d. C. Posiblemente, aquí se producía el aceite y se enviaba a la Bética, desde donde se exportaba a Roma o a otras regiones. Este mercado presupone un gran comercio “hispano-marroquí” dedicado a la exportación de aceite. Había pues, una centralización de productos asegurada por socios. Se descarta, por tanto, la posibilidad de que los olivares fueran dominios imperiales. El abundante hallazgo de monedas en época de Augusto y de Claudio confirma este floreciente mercado. Su número se mantiene bajo los gobiernos de Trajano, Hadriano y Antonino Pío. En gobiernos posteriores se observan algunas variaciones sustanciales.
Para finalizar, destacar que, unque en su mayoría los habitantes de Volúbilis eran africanos (sólo un 10% tenían origen europeo, sobre todo hispano), tenían la ciudadanía romana, que les había sido concedida por el emperador Caracalla, y aunque los hombres de origen no romano quisieron borrar su pasado y sentirse totalmente romanos, la mayoría de las mujeres continuaron guardando las tradiciones familiares. También había habitantes de origen púnico y libio.

BIBLIOGRAFÍA
www.turismomarruecos.net
José Crepo Redodo “Historia de Marruecos”
M. Ponsich, “Antigua, Historia y Arqueología de las CIvilizaciones”




MOLINOS DE MANO.

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